Consejos para unas piernas saludables
No solo se trata de lucirlas más bonitas sino también de cuidar su salud, ya que a menudo nuestras extremidades terminan soportando una gran cantidad de trabajo durante todo el día que no siempre sabemos recompensar.
Las piernas son un órgano fundamental para llevar a cabo nuestras tareas diarias: nos trasladan, nos dan soporte y nos ayudan a desempeñar actividades físicas como correr o nadar, sin embargo, no siempre tenemos el cuidado necesario para equilibrar su carga y evitar complicaciones.
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En este sentido, muchas mujeres les dan prioridad a otras partes de su cuerpo, como el rostro o el abdomen, y aunque no está mal, lo ideal es tener especial cuidado con cada parte de nuestro cuerpo, aun cuando las ocupaciones diarias nos impiden dedicarnos el tiempo suficiente.
Más allá de su apariencia estética, en relación con la celulitis o las estrías, las piernas merecen un cuidado ideal para evitar várices, arañitas, pesadez y cansancio. Basta con adoptar ciertos hábitos saludables en tu rutina para que poco a poco, tus piernas se sientan menos agotadas.
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Ejercicio
Aunque pueda sonar repetitivo, el ejercicio es un hábito vital para mantener unas piernas saludables, ir caminando al trabajo con zapatos cómodos, subir o bajar escaleras en vez de tomar el ascensor, nadar, son pequeños hábitos que pueden marcar la diferencia.
Al escoger un deporte o rutina de ejercicios adecuada, fortalecerás los músculos de las pantorrillas y mejorarás la circulación, por ello debes mantenerte activa y caminar al menos 30 minutos diarios, además de hacer una rutina de ejercicios por los menos tres veces a la semana.
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Alimentación balanceada
Es uno de los puntos más importantes; no es suficiente aconsejarte una dieta rica en frutas y verduras, porque eso ya lo sabes, nuestra intención es indicarte qué alimentos podrían ayudarte a fortalecer tus piernas:
Vitamina E: Es un potente antioxidante que aporta muchos nutrientes a la piel y ayuda a dar fluidez a la sangre. La encuentras en frutos secos como almendras y nueces, o también en la oliva y el girasol.
Flavonoides: Indicado para combatir inflamación y estimular la contracción venosa de tus piernas, además de fortalecer las paredes vasculares. Está presente en uvas, arándanos, frambuesas, coles, perejil, espinacas y brócoli.
Vitamina c: Esta vitamina ayuda a la producción de colágenos y a la reparación de tejidos. Aunque siempre la asociamos con la naranja, se encuentra también en otras frutas como la guayaba, la fresa y la papaya.
También puedes encontrar medicamentos naturales que contienen estos y otros componentes para ayudar a mejorar la circulación.
Hidratación
Hidratar las piernas con cremas y aceites y acompañar con un masaje, te ayudará a estimular la circulación venosa y linfática, oxigenar, regenerar y drenar. Lo recomendable es iniciar con movimientos circulares empezando en los tobillos y subiendo gradualmente hasta llegar al muslo.
Evita la misma postura
Evita permanecer de pie, quieta, o sentada mucho tiempo. En el trabajo, intenta levantarte y pasear cada hora. Cuando hagas un viaje largo en avión, mueve de forma frecuente los pies y las piernas y date algún paseo, siempre que puedas.
Puedes también practicar estos consejos:
- Llevar una dieta balanceada rica en fibra.
- Evitar comidas saladas.
- Dormir con las piernas ligeramente levantadas.
- Terminar la ducha con un chorro de agua fría en las piernas.
- Beber mucha agua diariamente
- Evitar el exceso de grasa
- Cuando la pesadez sea muy molesta se puede recurrir a medias de compresión elástica para favorecer la circulación.
- Mantener el peso adecuado, ya que el sobrepeso aumenta el riesgo de aparición de várices y arañitas.
- Evitar el consumo de cigarrillo.
- Evitar consumir hormonas como los anticonceptivos inyectables o en pastillas.
- Evitar embarazos múltiples, pues por cada embarazo aumenta el riesgo de aparición de várices.
Muchas veces las molestias de la pesadez son leves y aparecen al final del día después de una jornada de trabajo extenuante, pero en ocasiones esa sensación se hace crónica y cada vez se manifiesta con más intensidad: el cansancio, la inflamación, el hormigueo y en algunos casos los calambres.
Estos síntomas están relacionados en muchas ocasiones con una mala circulación que puede ocasionar várices, arañitas o peor aún, flebitis o trombosis venosa profunda. Recuerda que las várices son mucho más frecuentes en la mujer.
La aparición de las varices es hasta cinco más frecuente en ellas que en los hombres, por lo que debes tener un mayor cuidado con tus piernas, por eso la mejor forma de prevenir estas molestias es adoptando un estilo de vida saludable y visitando el doctor para realizar chequeos periódicos.
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