La correcta circulación venosa garantiza que todo nuestro organismo reciba la cantidad adecuada de sangre, que luego retornará al corazón para continuar su ciclo circulatorio. Sin embargo, muchas actividades que realizamos a diario pueden impedir una adecuada circulación, provocando insuficiencia venosa, que en ocasiones puede volverse crónica

La Insuficiencia Venosa Crónica es la incapacidad de las venas para realizar un adecuado retorno de la sangre al corazón, lo que provoca su acumulación en las piernas y da lugar a diversos síntomas y problemas.

En el caso de las piernas, existen fundamentalmente dos sistemas que permiten que la sangre venza la fuerza de la gravedad y regrese al corazón:

Las válvulas que existen en las paredes de las venas. Sólo tienen un movimiento unidireccional ascendente hacia el corazón, lo que permite el flujo.

El segundo sistema es conocido como bomba muscular. Las venas de las extremidades inferiores se encuentran situadas entre los músculos, por eso, con cada paso que damos, se produce una contracción muscular que exprime las venas y permite el flujo ascendente de la sangre. Este es el motivo por el que se aconseja caminar o realizar ejercicio físico para favorecer la circulación.

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La falla

Sin embargo, cuando las venas de las piernas pierden elasticidad, se dilatan, lo que provoca que las mencionadas válvulas estén demasiado separadas entre sí y no cierren correctamente. Como consecuencia, la sangre, atraída por la fuerza de la gravedad, se acumula en las piernas, dando lugar a la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), una enfermedad cuyas principales manifestaciones son las varices y la sensación de piernas cansadas.

El sedentarismo y la falta de ejercicio también pueden predisponer al desarrollo de esta patología, ya que la bomba muscular no se activa. Además, muchas de nuestras acciones, como usar ropa ajustada, impiden que la sangre circule de manera adecuada.

¿Qué no hacer?

1. Evite utilizar ropa ajustada y fajas. Está comprobado que usar prendas de tela no elástica, como ciertos jeans y las fajas, puede ocasionar serios daños en los vasos sanguíneos. Estas debilitan sus paredes y disminuyen el flujo sanguíneo desde el corazón hacia los demás órganos, lo que puede causar varices.

   Cualquier accesorio que contraiga o apriete las piernas no solo provoca la aparición de varices, sino que también agrava en gran medida las ya existentes.

2. Evite el uso de medias con elásticos ajustados, así como el uso de botas que se ubiquen entre la rodilla y el tobillo.

El uso de prendas ajustadas dificulta la circulación sanguínea en todo el cuerpo, lo que favorece el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, entre ellas la aparición de varices. Por ello, los especialistas médicos recomiendan evitar su uso, especialmente en verano, cuando las altas temperaturas favorecen la dilatación de las venas.

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En general, los especialistas aconsejan utilizar ropa que permita el libre flujo sanguíneo, especialmente si el paciente presenta arañas vasculares en las piernas. Las claves para retrasar y prevenir la aparición de la insuficiencia venosa son el control de los hábitos alimenticios y la realización de actividades físicas con constancia y periodicidad.

Ayúdate para evitar la insuficiencia venosa

Es importante que las costumbres y el estilo de vida no faciliten su aparición. El objetivo primordial es mejorar el retorno venoso en las piernas. Para ello, se aconseja:

• Mover las piernas con frecuencia, evitando pasar largos ratos de pie. Dar un descanso periódico a tus piernas mediante cortos paseos o ejercicios específicos.
• Realizar el deporte adecuado. Se aconseja la práctica de manera regular y con calzado cómodo. Andar es el ejercicio más beneficioso para la circulación venosa. Montar en bicicleta, nadar, correr o bailar también favorecen el retorno venoso.
• Evitar las fuentes de calor, exposición solar continuada, depilación con cera caliente, suelos con sistemas de calefacción radiante, jacuzzi y saunas.
• Evite los zapatos de tacón alto y el zapato plano.
• Evite el uso de fajas y ropa demasiado apretada.
• Lleve una dieta rica en fibra, consumo adecuado de líquidos ( 1,5 litros de agua aproximadamente al día), limite el consumo de grasas saturadas y no beneficiosas. (mantequilla, embutidos…).
• Eleve de vez en cuando las piernas y cuando le sea posible descanse con las extremidades inferiores en alto. Levantar unos 10-15 cm la parte baja de la cama mejora el retorno venoso mientras duerme.
• Active su circulación, contrayendo los músculos de las pantorrillas. Por ejemplo, un buen ejercicio es ponerse de puntillas de forma repetida cada cierto tiempo.
• Darse duchas de agua fría en las piernas.
• Mantenga siempre bien hidratada la piel / Masajear las piernas desde el pie hasta muslo en dirección ascendente.
• Consulte con su flebólogo vascular sobre la necesidad del uso de medias de compresión.

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Medias de compresión

Si la ropa ajustada no favorece la circulación, ¿por qué el flebólogo vascular recomienda las medias de compresión? Por una sencilla razón: las medias de compresión o gradiente están elaboradas especialmente para comprimir o apretar en los lugares donde hay un mayor aumento de la presión venosa.

Por esta misma razón, estas medias deben ser recetadas, porque el profesional de la salud, el flebólogo vascular, es quien debe indicarlas. Él te dirá qué tipo de medias se deben usar, qué grado de compresión, y qué medida o talla es la más adecuada.

Las medias de gradiente están diseñadas especialmente para apretar en lugares específicos, haciendo un efecto de válvula para que la sangre no se estanque en las venas de los pies.

ATENCIÓN: Comprar las medias de gradiente sin la receta médica o sin la talla y medida adecuada puede alterar la circulación, producir dolor e inflamación, lo que podría empeorar el problema en lugar de resolverlo.