Prevenir las várices, sí es posible
La aparición de venas varices y arañitas es una de las lesiones vasculares más comunes en las personas, pero evitarlas o retrasar su aparición es posible cambiando hábitos comunes.
Resulta frecuente escuchar charlas, generalmente, de mujeres que comentan la aparición de síntomas como sensación de pesadez, dolor, hinchazón o calambres en las piernas, lo que de inmediato nos refiere a las dolorosas várices, que generalmente se asoman en la edad adulta, pero que también pueden afectar a féminas jóvenes y hombres.
Sin embargo, en la actualidad existen múltiples tratamientos y técnicas que ayudan a su prevención. A continuación, te presentamos los conceptos básicos que debes conocer para entender esta patología y algunas recomendaciones para una prevención eficaz.
¿Qué son las varices?
Estas molestas ‘arañitas’ son venas que se dilatan cuando dejan de cumplir su misión de realizar el retorno sanguíneo al corazón, ya que sus válvulas no se cierran correctamente y el flujo de sangre se invierte
Estas varices pueden ser de color morado o azul oscuro y representan un deterioro gradual de la piel y del tejido hipodérmico con aparición de úlceras vasculares en situaciones más avanzadas.
¿Cuáles son los tipos de varices?
La aparición inicial de varices en las piernas puede no generar una alarma inmediata en las personas que las padecen, pero para no llevarse una sorpresa posterior, es de suma importante identificar cada tipo de varice según su clasificación.
- Grado I: Podría señalarse como el grado inicial donde se ven en algunos sitios con venas de pequeño calibre de 1mm a 4 mm aproximadamente con apariencia de arañas y son de color rojizo y violeta, que no generan aún dolor constante pero sí afectación en la apariencia de la piel.
- Grado II: Su apariencia es más visible con cierto engrosamiento y tortuosidad con un calibre mayor a 4 mm (milímetro) y los síntomas de dolor, pesadez, calambres, calor y hormigueo, se pueden hacer presente.
- Grado III: En este grado la apariencia de las venas es mucho más prominente en las piernas y los síntomas habrán aumentado considerablemente al punto de generar inflamación en las piernas, endurecimiento y dolor en las venas, su señal más visible es venas que se abultan por encima de la piel, se ven oscuras y tortuosas y se acompaña de linfedema.
- Grado IV: Es el tipo de varice más dolorosa, aparecen zonas con lesiones inflamatorias en la piel y riesgo de padecer úlceras, por adelgazamiento de la misma.
- Grado V: Es el grado donde hay venas varices de gran calibre, tortuosas, inflamadas con coágulos en su interior y que se acompañan de inflamación y ulceras en la piel de difícil cicatrización, y tienen riesgo de infectarse con facilidad.
Leer más: Tratamientos para las venas várices
No obstante, recuerde que toda esta sintomatología deberá ser revisada por un profesional en el tema, quien evalúa el tipo de varice según su sintomatología y criterio médico, para así indicarle el tratamiento más eficaz en su proceso.
¿Cómo prevenir las varices?
Todas las recomendaciones que puede seguir una persona sobre este tema, pasan por hábitos comunes que deben ser cambiados u optimizados para que no faciliten su aparición y se logre el objetivo primordial de mejorar el retorno venoso en las piernas. A continuación, te damos a conocer algunos ‘remedios’ que puede poner en práctica:
- Mover las piernas con frecuencia: Caminar es una de las mejores técnicas para evitar la aparición de varices, puede hacer paseos cortos o simplemente idear ejercicios específicos en espacios reducidos, lo importante es evitar pasar largos ratos de pie.
- Practicar un deporte específico: Aunque no todas las personas pueden realizarlo por carencia de tiempo, entre otras dificultades, se aconseja la práctica de manera regular y con calzado cómodo de algún deporte que ayude a la circulación venosa como el ciclismo, la natación o el atletismo.
- Evitar el calor: Las altas temperaturas aceleran la aparición de las varices, por eso no se recomienda la exposición solar en exceso, depilación con cera caliente, superficies con calefacción, ni frecuentar jacuzzis o saunas.
- Dieta saludable: Consumir alimentos ricos en fibra y tener una ingesta adecuada de líquidos, principalmente de agua, lo ayudarán a contralar la inflamación de las venas y por consiguiente evitar la aparición de varices. Además, es importante que limite el consumo de grasas saturadas presente en alimentos como mantequillas y embutidos.
- Elevación de piernas y puntillas: Tenga o no tenga dolor en las piernas, intente mejorar la circulación a través del ejercicio de elevación levantando las extremidades unos 10 a 15 cm por encima del corazón estado acostado. También pruebe contrayendo los músculos de las pantorrillas poniéndose en puntillas de forma repetida cada cierto tiempo.
- Escoja bien sus zapatos y ropa: Por su salud es conveniente que ponga la comodidad por encima de la vanidad y para jornadas en las que se le exige estar de pie por mucho tiempo evite los zapatos altos y los planos. En cuanto a la ropa, que las fajas y prendas demasiado ajustadas no sean su primera opción.
- Duchas frías y masajes: El agua fría es uno de los mejores trucos para devolverle vitalidad a la piel y mejorar su apariencia, ya que contribuye a una buena circulación, por lo tanto, se aconseja duchas constantes acompañadas de masajeas en las piernas que vayan desde el pie hasta muslo en dirección ascendente.
¿Por qué aparecen las varices?
Una vez ya sea inevitable la llegada de las molestas ‘arañitas’ es importante conocer las causas por las que pueden aparecer afectando en la actualidad a un 60% de mujeres y un 40% de hombres.
La edad: El envejecimiento causa desgaste de las válvulas en las venas que ayudan a regular el flujo sanguíneo, lo que conlleva a que las válvulas permitan que la sangre fluya de nuevo a las venas, donde se reúne en lugar de fluir hasta el corazón.
El sexo: Las mujeres tienen más probabilidades de padecer la enfermedad debido a que las hormonas femeninas tienden a relajar las paredes de las venas en situaciones como embarazo, menstruación o la menopausia. Los tratamientos con hormonas, tales como píldoras anticonceptivas también pueden aumentar el riesgo de varices.
Embarazo: En este estado la mujer sufre cambios hormonales y se aumenta el volumen de sangre en el cuerpo para ayudar al crecimiento del feto, pero esto a su vez produce el efecto secundario de agrandar las venas de las piernas
Antecedentes familiares: La genética juega un papel importante en este caso, ya que, si otros familiares sufren de ‘arañitas’, existe mayor probabilidad de heredarlas.
Obesidad: Tener sobrepeso ejerce presión adicional en las venas, impidiendo que la sangre fluya correctamente.
Sueros circulatorios, ¿Qué son?
También conocidos como venotónicos, los sueros circulatorios sirven para fortalecer las paredes de las venas y prevenir que se dilaten. Entre sus principales beneficios están:
- Disminuir la inflamación de las piernas o edema linfático
- Aumentar las defensas de la piel por medio de la oxigenación de la misma, lo que evita úlceras varicosas
- Disminuye síntomas como dolor, ardor, pesadez y calambres en piernas
- Previene la formación de coágulos en las venas: trombosis
Finalmente, recuerda que la mejor opción es acompañarte de un experto y en Flebosalud contamos con los mejores profesionales y las técnicas más avanzadas. Déjanos ayudarte en tu tratamiento.
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